Ratones de Biblioteca

Hoy me he levantado tarde, como cada lunes después de una intensa jornada laboral nocturna de 12 horas en la fábrica. Todo parecía marchar igual que siempre: el ruido de la calle, Áxel aporreando el ordenador, las cajas de Círculo de lectores en medio del pasillo...

Pero algo era diferente. Había estado escuchando el teléfono a lo largo de la mañana, ese insistente sonido que te despierta en mitad del sueño y del que no haces caso, pues escuchas pisadas conocidas de alguien que corre a contestar. Pero sí, habían sido varias...

Cuando Áxel me ha visto y me ha explicado lo sucedido no he podido dar crédito a lo que estaba escuchando: varios niños de Torredembarra han sido encerrados en una cabaña y les han prendido fuego... ¡¡Dioss!! Uno de ellos, el más cercano a nosotros se encuentra en el hospital con quemaduras de tercer grado. Parece ser que ha sido más el susto que otra cosa pero el acto homicida se ha cometido ¡¡y contra unos niños!! No sé quien ha sido ni el motivo por el cual lo hizo pero, desde luego, no tiene perdón de Dios. Intentaré informarme de lo sucedido esta tarde a ver si alguien me aclara esta situación porque yo, no entiendo nada.