26 abr 2010

Crónica de Sant Jordi

Es muy difícil resumir una jornada tan intensa como la del viernes pasado, pero lo intentaremos.



El día no empezó nada mal. Eran las 8.30 de la mañana y recibía una llamada telefónica: "necesitan más libros en la librería Miguel" (ya se habían vendido dos a primerísima hora de la mañana y aún no había salido de casa).



El horario que tenía previsto seguir, se esfumó como por arte de magia al tener que salir "corriendo" a reponer esos libros. Ya me estaban esperando para desayunar, pero sólo me dio tiempo de tomar un café rápido antes de ir a nuestro stand y comenzarlo a preparar todo. Aún no teníamos los libros colocados cuando pasó Juan a recogerme para llevarme a Roda de Bará: teníamos nuestra primera entrevista del día. En Roda nos trataron de maravilla y tuve la ocasión de conocer a Cristina, la encargada de la biblioteca quien nos propuso hacer una presentación del libro para dentro de unos meses.





De regreso a Torredembarra comenzó el "follón". Ya había gente esperando la firma de su ejemplar (aunque estaba anunciado que estaríamos por la tarde) así que nos pusimos manos a la obra y empezamos a firmar ejemplares hasta bien pasada la una. Comía casi a las tres de la tarde y "a salto de mata" pero como bien dice el dicho: "sarna con gusto no pica" y a primera hora de la tarde, ya estaba de nuevo en mi sitio firmando ejemplares.






Áunque en algún momento temimos por la lluvia, el día nos acompañó y me lo pasé en grande. Ona La Torre, la radio local, estuvo a todas horas retransmitiendo la jornada y nos hicieron una entrevista. Más tarde llegó la televisión. El canal de Tarragona hacía un reportaje del día de Sant Jordi, entrevistando sobretodo a los autores que estábamos firmando ejemplares. ¡Y yo con estos pelos! Pero ya se sabe cómo es esto: imprevisible.






Finalmente, agotada y sin cenar bajé al Nashville del Vendrell. Allí me esperaba una nueva sesión de firmas y entre copa y copa, firmamos, reimos y hablamos con gente que ya había leído el libro y que, intrigados, venían a conocernos para hablar sobre la novela y preguntarnos por alguna posible segunda entrega. Juan y yo ya habíamos pensado en ello antes de meternos en todo este follón. La única duda que nos quedaba era la aceptación que tendría Sin Pedigrí. La verdad es que estoy muy contenta ya que, de momento, no he obtenido ni una sola mala crítica, sino todo lo contrario. Las ventas, también demuestran que la expectativa que se había creado no era ficticia ya que la primera tirada de ejemplares está prácticamente agotada y aún nos quedan por delante, tres presentaciones.

5 comentarios:

Carolina dijo...

O sea, que Paquita se te adelantó y vendió dos ejemplares a primera hora de la mañana!!
Esto va viento en popa, ya sabía yo que tendrías suerte, la novela es buenísima y bien se lo merece.

Belén dijo...

Pues sí, se me adelantó. Y yo, contentísima, aunque le tomé la delantera enseguida.

No puedo quejarme de cómo fue ni de cómo está siendo. Hay mucha gente a quien no conocía de nada que se acercó a mi para hablar sobre el libro, ya lo habían leído y les había encantado. ¡¡Hasta me están pidiendo esa segunda parte!! Como no empecemos pronto... ¡¡nos matan!!

Xibeliuss dijo...

¡Muchas felicidades, Belén!
Yo por mi parte, ya he decidido cual va a ser mi libro del San jordi de este año.
Abrazos

Belén dijo...

Muchas gracias, Xibeliuss; pero dinos, ¿cuál es ese libro? Anda, no seas malo y no nos dejes en ascuas.

Carolina dijo...

Eso, eso, Xibeliuss...habla y dinos...


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